lunes, 18 de febrero de 2013

4 Capitulo


Narra Carlos: David, Triana, Marina y yo observamos a la pareja con sorpresa, intercambiando miradas curiosas. Al final Blas le deja la cámara a Laura y esta repasa las fotos con ojo crítico.
Laura: Bueno, no están tan mal como pensaba…- parece disimular que sigue encantada por el comentario de Blas.
Blas: ¿Lo ves? Te dije que salías bien…- y él trata de arreglar lo que dijo. Típico.
David: Bueno, ¿qué hacemos?
Marina: No sé, podríamos ir por ahí de cena, ¿no? Y luego quizá a tomar alguna copa…
Triana: Por mí vale, no es un mal plan.
David: me apunto.
Blas y Carlos: -asentimos con la cabeza-.
Laura: sí, pero si vamos a salir mejor me cambio de ropa, no es plan de ir por ahí con estas pintas, ¿eh?- se observa los vaqueros y la camisa que lleva como si fuese lo más vulgar del mundo.
Blas: venga ya, todos vamos a ir tal cual. Estás muy bien, no te preocupes por eso- mientras él habla, David y yo intercambiamos una mirada y pongo los ojos en blanco, intentando evitar reírme. Laura se sonroja un tanto de nuevo pero sonríe y asiente con la cabeza, convencida al fin.
Narra Marina: Cuando por fin nos ponemos en marcha, lo hacemos en un alegre y compacto grupito. No paramos de bromear y charlar, armando un buen jaleo por las calles del barrio. El sol se va ocultando ya y se nos hace casi la hora de cenar, así que buscamos un buen sitio, decantándonos por una pizzería que queda cerca de la zona de bares de noche y discotecas.
Blas: ¿Qué vais a pedir? Yo una cuatro estaciones.
Laura: yo una cuatro quesos.
Carlos: yo la barbacoa.
David: aún no sé, estoy entre dos…
Aparece el camarero y hacemos los pedidos incluyendo las bebidas y quedamos a la espera de que nos traigan la cena. Casi quince minutos después empiezan a llegar los platos.
Triana: ¡Qué buena pinta!- observa su pizza con aire hambriento, aunque espera a que todos tengamos la comida para empezar-. Buen provecho a todos.
Chicos: ¡Gracias!
Marina y Laura: ¡Igualmente!
Narra Blas: Terminada la cena, los tres chicos nos empeñamos en pagar la cena de las chicas, cosa que conseguimos después de insistir durante un rato, y nos dirigimos a un buen pub que conocen las chicas cerca de la pizzería. Está ambientado en un bosque con una fuente central que hace las veces de río. Las mesas y sillas representan tocones de árbol y sobre nuestras cabezas, apoyadas en las paredes, se ven ramas cubiertas de hojas verdes y algún pájaro o ardilla mecanizados escondidos entre ellas.
David: No conocía este sitio, está muy bien, chicas- las tres sonríen encantadas y orgullosas de su elección. Bajo el suave hilo musical se escuchan los trinos de los pájaros, los leves ruiditos de los roedores y el canto de los grillos, además del susurro de las hojas mecidas por el viento y el tintineo del agua de la fuente.
Blas. Está muy bien ambientado, cualquiera diría que estamos de verdad en medio del claro de un bosque.
Marina: Sabíamos que os gustaría- toma asiento y mira la carta de cócteles que ofrecen.
Carlos: venga, sólo porque me habéis dejado sin palabras os invito.
Laura: No, ya habéis invitado mucho por hoy, nos toca a nosotras- mira a Marina, que asiente con la cabeza.
Carlos: ¿Y qué mas da? Podemos tomar más de una ronda.
Triana: No, si al final serás una mala influencia, Carlos- reímos y decidimos qué tomaremos, pidiéndolo al primer camarero que pasa por nuestro lado. Al poco tenemos la bebidas frente a cada uno.
David: Propongo un brindis, para que podamos hacer muchas más salidas como esta- alza su vaso y los demás lo imitamos, entrechocándolos y bebiendo un trago justo después.
Narra Laura: después de un par de rondas, Triana, Marina y yo pagamos y salimos con los chicos del local, caminando hacia la parada del bus.
Blas: De eso nada, chicas. A estas horas prefiero acompañaros a casa- Carlos asiente.
Laura: Bueno, está bien, pero luego no os quejéis si no hay acción- sonrío y echo a andar hacia casa de Marina, que es la que queda más cerca del pub.
Chicos: Buenas noches.
Marina: Adiós, un placer haber estado con vosotros todo el día. Nos vemos, chicas- nos despedimos con una sonrisa y ella desaparece en el portal. Luego nos dirigimos a casa de Triana, que queda a medio camino de la parada del bus.
Triana: Venga, nos vemos- me abraza y da dos besos a cada chico, sacando las llaves del bolso y entrando al portal.
Laura: tendréis suerte conmigo, mi casa está justo frente a la parada- llegamos en poco más de cinco minutos. Me despido de los tres chicos y entro en mi portal mientras ellos corren a la marquesina, se despiden y se separan.
*Laura*

1 comentario:

  1. Como ha cambiado la historia !!!
    me encanta espero que sigas con ella pronto
    un besazo grande

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