Narra Carlos: David, Triana,
Marina y yo observamos a la pareja con sorpresa, intercambiando miradas
curiosas. Al final Blas le deja la cámara a Laura y esta repasa las fotos con
ojo crítico.
Laura: Bueno, no están tan mal
como pensaba…- parece disimular que sigue encantada por el comentario de Blas.
Blas: ¿Lo ves? Te dije que salías
bien…- y él trata de arreglar lo que dijo. Típico.
David: Bueno, ¿qué hacemos?
Marina: No sé, podríamos ir por
ahí de cena, ¿no? Y luego quizá a tomar alguna copa…
Triana: Por mí vale, no es un mal
plan.
David: me apunto.
Blas y Carlos: -asentimos con la
cabeza-.
Laura: sí, pero si vamos a salir
mejor me cambio de ropa, no es plan de ir por ahí con estas pintas, ¿eh?- se
observa los vaqueros y la camisa que lleva como si fuese lo más vulgar del
mundo.
Blas: venga ya, todos vamos a ir
tal cual. Estás muy bien, no te preocupes por eso- mientras él habla, David y
yo intercambiamos una mirada y pongo los ojos en blanco, intentando evitar
reírme. Laura se sonroja un tanto de nuevo pero sonríe y asiente con la cabeza,
convencida al fin.
Narra Marina: Cuando por fin nos
ponemos en marcha, lo hacemos en un alegre y compacto grupito. No paramos de
bromear y charlar, armando un buen jaleo por las calles del barrio. El sol se
va ocultando ya y se nos hace casi la hora de cenar, así que buscamos un buen
sitio, decantándonos por una pizzería que queda cerca de la zona de bares de
noche y discotecas.
Blas: ¿Qué vais a pedir? Yo una
cuatro estaciones.
Laura: yo una cuatro quesos.
Carlos: yo la barbacoa.
David: aún no sé, estoy entre
dos…
Aparece el camarero y hacemos los
pedidos incluyendo las bebidas y quedamos a la espera de que nos traigan la
cena. Casi quince minutos después empiezan a llegar los platos.
Triana: ¡Qué buena pinta!- observa
su pizza con aire hambriento, aunque espera a que todos tengamos la comida para
empezar-. Buen provecho a todos.
Chicos: ¡Gracias!
Marina y Laura: ¡Igualmente!
Narra Blas: Terminada la cena, los
tres chicos nos empeñamos en pagar la cena de las chicas, cosa que conseguimos
después de insistir durante un rato, y nos dirigimos a un buen pub que conocen
las chicas cerca de la pizzería. Está ambientado en un bosque con una fuente
central que hace las veces de río. Las mesas y sillas representan tocones de
árbol y sobre nuestras cabezas, apoyadas en las paredes, se ven ramas cubiertas
de hojas verdes y algún pájaro o ardilla mecanizados escondidos entre ellas.
David: No conocía este sitio,
está muy bien, chicas- las tres sonríen encantadas y orgullosas de su elección.
Bajo el suave hilo musical se escuchan los trinos de los pájaros, los leves
ruiditos de los roedores y el canto de los grillos, además del susurro de las
hojas mecidas por el viento y el tintineo del agua de la fuente.
Blas. Está muy bien ambientado,
cualquiera diría que estamos de verdad en medio del claro de un bosque.
Marina: Sabíamos que os gustaría-
toma asiento y mira la carta de cócteles que ofrecen.
Carlos: venga, sólo porque me
habéis dejado sin palabras os invito.
Laura: No, ya habéis invitado
mucho por hoy, nos toca a nosotras- mira a Marina, que asiente con la cabeza.
Carlos: ¿Y qué mas da? Podemos
tomar más de una ronda.
Triana: No, si al final serás una
mala influencia, Carlos- reímos y decidimos qué tomaremos, pidiéndolo al primer
camarero que pasa por nuestro lado. Al poco tenemos la bebidas frente a cada
uno.
David: Propongo un brindis, para
que podamos hacer muchas más salidas como esta- alza su vaso y los demás lo
imitamos, entrechocándolos y bebiendo un trago justo después.
Narra Laura: después de un par de
rondas, Triana, Marina y yo pagamos y salimos con los chicos del local,
caminando hacia la parada del bus.
Blas: De eso nada, chicas. A
estas horas prefiero acompañaros a casa- Carlos asiente.
Laura: Bueno, está bien, pero
luego no os quejéis si no hay acción- sonrío y echo a andar hacia casa de
Marina, que es la que queda más cerca del pub.
Chicos: Buenas noches.
Marina: Adiós, un placer haber
estado con vosotros todo el día. Nos vemos, chicas- nos despedimos con una
sonrisa y ella desaparece en el portal. Luego nos dirigimos a casa de Triana,
que queda a medio camino de la parada del bus.
Triana: Venga, nos vemos- me
abraza y da dos besos a cada chico, sacando las llaves del bolso y entrando al
portal.
Laura: tendréis suerte conmigo,
mi casa está justo frente a la parada- llegamos en poco más de cinco minutos.
Me despido de los tres chicos y entro en mi portal mientras ellos corren a la
marquesina, se despiden y se separan.
*Laura*
*Laura*
Como ha cambiado la historia !!!
ResponderEliminarme encanta espero que sigas con ella pronto
un besazo grande